Muchas personas no saben explicar el porqué de su situación: ¿“A dónde se va mi dinero?”; “Por más que trabajo el dinero nunca me alcanza” .. Nos olvidamos que todo lo que nos pasa en la vida tiene una razón de ser. Si observamos la vida de muchísima gente, veremos que:
Son personas educadas para ser trabajadores. Trabajan 8 horas haciendo justo y necesario para conservar su empleo. Se quejan que el jefe cada vez exige más y paga menos. Cobran el sueldo justo para “ir tirando”. Y si les preguntas: ¿Por qué no cambias de trabajo? ¿Por qué no cambias de oficio? Te suelen contestar: “No puedo permitírmelo: tengo familia y muchos gastos, la vida es cara”, “Es lo único que sé hacer bien”. Antes ellos buscarán el segundo y tercer empleo para horas que les sobran después de trabajar. Y así pasan toda su vida trabajando y las cosas casi nunca mejoran. Solo al pensar que les pueden despedir, se ponen “malos”, porque saben que sus ingresos serán igual a cero. No entienden que la seguridad en el trabajo es un recurso del pasado. En el día de hoy no hay lugar más inseguro que un empleo. No entienden las reglas de juego en el mundo en que viven. Pero aun así siguen empezando el mes sin un presupuesto, utilizan todas sus tarjetas de crédito sin ningún control y siguen gastando más de lo que ganan.
Queremos salir de donde estamos metidos, pero seguimos haciendo las mismas acciones. ¿Adónde piensas que vas a parar siempre haciendo lo mismo? En el mismo lugar, porque todas estas acciones son acciones sin movimiento. “Si repetimos los mismos malos hábitos, vamos a obtener los mismos pobres resultados.”
Y entonces ¿Por donde empezamos? Quizás es bueno empezar por darnos cuenta que somos nosotros los que mandamos en nuestra vida, somos nosotros los responsables de que hacemos en nuestra vida, nuestros ingresos y nuestro tiempo y como los aprovechamos solo depende de nosotros y es la decisión solamente nuestra.
Somos nosotros los que dirigimos nuestra propia vida. Nuestro estilo de vida depende de nosotros. No lo tenemos que dejar en manos de nuestro jefe, de nuestro médico y el banco. Somos nosotros los responsables de tener tiempo, salud y dinero suficiente para disfrutar de la vida.
Para empezar es bueno aprender a administrar lo poco que tienes. Un sueldo nunca te hará rico, pero una administración inteligente permite acumular riquezas. Pero según estadísticas solo un 2% de empleados logran acumular riquezas. ¿Por qué no eres uno de ellos?
Aqui 3 puntos para una buena administración
1. Aprende a manejar tus finanzas:
Todo aquello lo que no sabemos tiene que ser aprendido. Es increíble que pasamos tantas horas al día trabajando para conseguir aquello, lo que no sabemos ni como se maneja – el dinero. Para acumular dinero hay que primero estudiar. ¿Cuántos meses puedes vivir sin el ingreso mensual que hoy tienes? Entonces, ahora sabes lo que te queda por aprender. Pero nunca te vas a motivar para aprender si no tienes objetivos y metas claras acerca del dinero.
2. Balance inteligente entre ingresos y gastos.
Cambia hábitos de consumo: gasta menos de lo que ganas y acostúmbrate pagar en efectivo. Prepara un presupuesto semanal o mensual para los gastos (recomiendan que un presupuesto mensual de los gastos no supere el 70% de los ingresos). Mantén control estricto de gastos de tus tarjetas de crédito (recomiendan que el numero de tarjetas de crédito no supere al 2. Aquí reina la regla: “menos es mejor”). Aprende la diferencia de los tipos de deuda que contraes. Deja comprar cosas solo por ego y estatus, no te dejes llevar por las emociones “6 meses sin interés”.
3. Ahorra e invierte inteligentemente.
Desarrolla el hábito de ahorro. Los expertos recomiendan ahorrar mínimo el 10% de los ingresos. Las personas que administran su dinero inteligentemente saben, que el dinero ahorrado no es para “tirar de el” cuando nos vamos de vacaciones, para comprar un capricho, porque nos gustó y punto, sino para invertir y producir más dinero. El dinero ahorrado tiene que trabajar para ti las 24 horas al día produciendo más dinero. Aprende formas de invertir tu dinero. Toma decisiones razonables, siempre asesorado y en calma.
“¿Quieres un consejo sencillo pero muy poco frecuente? Aquí lo tienes: Si quieres hacerte rico, céntrate en ganar, en conservar e invertir tu dinero. Si quieres ser pobre, céntrate en gastarte el dinero. Puedes leerte mil libros y asistir a un centenar de cursos sobre el éxito y la prosperidad, pero todo se reduce a eso.” T. Harv Eker
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